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Cataluña es una de las comunidades más ricas en patrimonio histórico y cultural de toda Europa. Millones de personas visitan cada año los monumentos más emblemáticos. Sus menciones en las redes sociales los llevan a liderar todos los rankings de edificios más visitados y fotografiados. Desde la antigua Roma al modernismo de Gaudí, ni siquiera los catalanes se ponían de acuerdo a la hora de valorar y recomendar sus maravillas. Se organizó una votación popular dentro de un concurso que se denominó Las siete maravillas de Cataluña y eligieron estos monumentos: la Sagrada Familia, la Catedral de Lleida, las ruinas romanas de Tarragona, el centro histórico de Vich, la Catedral de Gerona, el Monasterio de San Migue de Cuixá y la bodega cooperativa Gandesa. Hay muchos más, quédate y te ayudaremos a descubrir los monumentos más importantes de Cataluña.

Monumentos romanos de Cataluña

La huella del Imperio Romano en Cataluña pervive en numerosos monumentos y vestigios de gran valor histórico diseminados por todo el territorio. Entre todos ellos, destaca Tarragona, la joya del imperio romano en la costa española mediterránea. La antigua Tarraco fue una de las ciudades más importantes de este imperio y conserva numerosos vestigios de este periodo. El acueducto de las Ferreres y el anfiteatro son algunos de los más destacados, que han merecido la declaración de Patrimonio Histórico de la Humanidad de la UNESCO

Otro exponente entre los monumentos romanos de Cataluña es la Ciudadela de Roses, en Gerona. Con veinticinco siglos de historia, encontramos una superficie de 140.000 metros cuadrados que reúne los restos de la colonia griega y después romana de Rhode, además del monasterio románico de Santa María. También son merecedoras de una visita la villa romana de Can Terrers, en la Garriga, y el parque arqueológico de Lesso, en Guissona.

Monumentos árabes de Cataluña

Cataluña también tiene un pasado musulmán. El largo dominio árabe de la Península Ibérica dejó un legado histórico en Cataluña. Baños, fortalezas y medinas son algunos de los monumentos árabes de Cataluña diseminados por todo el territorio que se pueden visitar en la actualidad. Por ejemplo, se conoce como Pla d’Almatà la medina que dio lugar a la actual Balaguer, en Lleida. Se trata de un antiguo campamento militar que data del siglo VIII. Se han realizado numerosas excavaciones arqueológicas y dispone de un museo.

A la comarca de La Segarra, también en Lleida, se la conoce como la tierra de los castillos. Los restos de fortificaciones inundan este territorio, que fue frontera con el mundo árabe en los siglos XI-XII. Asimismo, entre el legado islámico destacan los baños árabes de Gerona. Mantuvieron su actividad como baños públicos hasta el siglo XIV y fueron restaurados en el siglo XX para recobrar su aspecto original, con una piscina central de piedra y ocho columnas con capiteles exquisitos. Ahora que ya tienes unas cuantas pistas sobre los monumentos más importantes de Cataluña, solo te queda contratar una excursión turística para descubrirlos. Recorrerlos en autobús es una gran idea si quieres ir viendo el paisaje sin preocupaciones.

Existe un valle escondido en el corazón del Pirineo al que solo se puede llegar a pie, o a bordo de un tren especial que atraviesa las montañas. Suena bien, ¿verdad? Hablamos del Vall de Núria, uno de esos lugares que se deberían visitar, sí o sí, al menos una vez en la vida. Aunque parezca muy lejano, es perfectamente accesible desde ciudades como Barcelona, con un trayecto de 130 kilómetros hasta las localidades de Queralbs o Ribes de Freser, en Girona. Desde estos lugares, parte el tren cremallera que da acceso al valle. Se puede contratar una excursión desde Barcelona para hacer en el día, o bien alojarse en alguno de los establecimientos de turismo rural de la zona. Los paisajes son soberbios, la naturaleza en estado salvaje. La única parte mala es que hay que regresar.

¿Qué ver en Vall de Núria?

Este valle pintoresco se encuentra en las montañas de Girona, en plena naturaleza pirenaica. Es un sitio perfecto para desconectar y también para hacer senderismo, actividades de montaña, deportes de invierno, o conocer la historia. Por ejemplo, el lugar da nombre a todas las Nurias del mundo. En estas montañas está el origen de este nombre propio femenino. Incluso, hay un santuario dedicado a la virgen de Núria, patrona del Pirineo. Tiene una leyenda muy curiosa vinculada a los pastores de la zona, que se remonta al siglo VIII. Otros atractivos turísticos son un lago y la estación de esquí del Vall de Núria. Además, de este enclave parten muchísimos itinerarios para practicar actividades de montaña propias del invierno. No te quedes sin probar una de las experiencias estrella en cada temporada, una excursión en raquetas de tenis por las montañas nevadas.

Cremallera de Núria

El acceso al valle solamente se puede realizar de dos formas, a pie o en la cremallera de Núria. Un tren especial que une los pueblos más cercanos con el valle. La ruta a pie es una buena caminata de unas cuatro horas de duración, pero el esfuerzo compensa por lo increíble del paisaje. Desde Queralbs se puede optar por subir a Vall de Núria por el Camí Vell o por Fontalba. La otra opción es el tren cremallera, un recorrido de 12,5 kilómetros para salvar un desnivel de más de 1.000 metros. El trayecto fue inaugurado en 1931 y ha vivido diferentes ampliaciones. Junto a la de Montserrat, son las dos únicas líneas ferroviarias de tren cremallera que operan en España en la actualidad. El precio para el viaje de ida y vuelta es de 25,50 euros para los adultos y 16 euros por un solo trayecto. Hay precios especiales para niños y personas mayores de 65 años. También existe la posibilidad de realizar una excursión mixta, subir a pie y regresar en el tren cremallera. Las opciones son múltiples y todas con el mismo resultado, disfrutar de una jornada inolvidable en uno de los paisajes de invierno más asombrosos que existen.

Un invierno sin nieve puede ser tan decepcionante como un verano sin playa. En los países del Norte de Europa lo saben muy bien. Cuando se acercan las Navidades, si no han caído los primeros copos y no hay un manto blanco cubriendo el paisaje, el ánimo de la gente se resiente. ¿Tú también eres de los que no puede pasar un invierno sin nieve? Te contamos donde ver la nieve cerca de Barcelona. Abrígate bien y apúntate a una excursión para disfrutar de los mejores paisajes blancos de la temporada. Para no perderte ningún detalle te recomendamos hacerla en autobús con una empresa que te de toda la seguridad y confort que necesitas.

El placer de la montaña

Si el colorido contraste de los valles y montañas del interior de Cataluña es espectacular durante la primavera y el verano, el manto de nieve los convierte en lugares con una atmósfera única. Son muchos los pueblecitos con encanto que se pueden visitar. Si estás pensando en hacer una escapada a la nieve cerca de Barcelona, uno de los lugares más cercanos es El Matagalls, en el Montseny. También podemos visitar Castellar de Nuch, un pueblo de la comarca del Bergadà, en un entorno privilegiado. Fuera de la provincia de Barcelona, a dos horas de viaje por carretera se multiplican las opciones. Podemos acercarnos a conocer el Vall de Núria en Lleida, a 2.000 metros de altitud, en un entorno natural mágico. En Girona, merece la pena una escapada a La Cerdanya, donde destaca el pueblecito de Puigcerdá, considerado uno de los más románticos de España.

Esquí en Barcelona

Si estás pensando en hacer esquí en Barcelona, algunas de las estaciones más cercanas son Port de Compte, La Molina, Masella, Vall de Núria, Vallter 2000. Cada una ofrece diferentes servicios y paisajes, al gusto del visitante. La inauguración de la temporada de esquí tuvo lugar el 14 de diciembre, fecha en la que abrieron la mayoría de las pistas para la temporada 2020/21.

La estación de Port del Compte (Lleida), a 143 kilómetros de Barcelona, destaca por ser una de las más tranquilas. Lo que la hace ideal para una escapada en familia. La Molina, en Girona, es todo un clásico, al tratarse de la decana de las estaciones de esquí, con más de 75 años de historia, y tiene una gran oferta de ocio. Muy cerca, Masella ofrece unas vistas espectaculares del valle de Cerdanya. El trayecto desde Barcelona suma poco más de dos horas. En Girona también se encuentran las estaciones de Vall de Núria y Vallter 2000, con increíbles vistas y muy utilizadas por las personas que están empezando en el mundo del esquí. También son muy recomendables para hacer snowboard.

Al tratarse de actividades al aire libre las estaciones de esquí son unas de las menos afectadas por las restricciones de la pandemia. No obstante, es necesario atender a la normativa de seguridad, siendo obligatorio el uso de mascarilla en todos los servicios, accesos y remontes. Además, los forfait se deben comprar online, y se debe respetar en todo momento la distancia de seguridad. El servicio de alquiler de material también está operativo, con la obligación para las empresas de extremar la limpieza para evitar contagios.

La Costa Brava es un museo al aire libre lleno de contrastes. La montaña y el mar se funden en este litoral costero moldeado por el viento de la tramontana. Situada entre la frontera de Francia y la desembocadura del río La Tordera, la magia natural de la Costa Brava atrapa a los visitantes. Los viajeros que se acercan a descubrirla casi siempre regresan. Pueblos pintorescos de gran belleza, calas de ensueño y una gastronomía envidiable con lo mejor de la cocina mediterránea. Continúa leyendo para descubrir qué ver en la Costa Brava.

Cómo llegar a la Costa Brava

La Costa Brava abarca 214 kilómetros del litoral costero de la provincia de Gerona, entre Portbou, enFrancia, y Blanes, donde comienza la costa barcelonesa del Maresme. La mejor manera de recorrerla es por carretera. ¿Qué ver en la Costa Brava? Además de las playas, la Costa Brava es un destino turístico que invita adescubrir pueblos y lugares con mucho encanto. En cada uno de ellos podrás realizar diferentes visitas culturales, tanto en los pueblos de costa como en los de interior. Tossa de Mar, Empúries, Palafrugell, Roses y Cadaqués y Empuriabrava son algunos de las localidades pintorescas y típicamente mediterráneas que se pueden visitar a lo largo de todo el litoral. El casco histórico de Gerona, con un conjunto medieval de gran valor, también merece una visita. Si estás pensando cómo llegar a la Costa Brava, la mejor opción es el autobús. Si estás de vacaciones en Barcelona, existen excursiones pensadas para conocer este regalo de la naturaleza sin preocupaciones al volante.

Mejores playas de la Costa Brava

Es difícil decidirse por una playa o cala de la Costa Brava. Todo el litoral está salpicado por rincones encantadores. Tiene más de veinticinco arenales con el distintivo de “Bandera Azul”, lo que da una idea de la calidad de sus aguas y servicios públicos. 

Te encantará bañarte en cualquiera de las calas escondidas entre Palamós y Calella de Palafrugell, un pueblo de pescadores de casas blancas que aún conserva un pequeño puerto. Begur es una de las zonas de veraneo preferidas y tiene algunas de las mejores playas de la Costa Brava. El pueblo destaca por su castillo medieval y está rodeado de zonas de baño. Tienes que tener en cuenta que es posible que las playas estén bastante llenas. Cala Fornells, Illa Roca y Sa Riera son algunas de las más populares. 

En cambio, si buscas un espacio abierto, la playa de Sant Pere Pescador es una buena opción. Es un arenal abierto y salvaje de 40 kilómetros que recibe distintos nombres dependiendo de por dónde se acceda. Es ideal para los amantes del kite surf y el wind surf. Porque la Costa Brava también es un destino para aventureros. En el paraje natural de Montgrí, además de divisar las Illes Medes, podrás disfrutar de una característica playa rodeada de vegetación. La cala Montgó es pequeñita pero espectacular. Todo este entorno es adecuado para practicar submarinismo. Al norte de Roses, también son enclaves muy recomendables las pequeñas calas de Calitjàs, Canadell o La Pelosa.

Barcelona permanece fiel a su cita con la Navidad, a pesar de la pandemia. Con restricciones en todos los ámbitos, uno de los clásicos de estas fiestas que se ha salvado es el alumbrado navideño. No sólo eso, Barcelona ha instalado más luces de Navidad que nunca, con el triple objetivo de enviar un mensaje de esperanza, alegrar las fiestas, y animar el comercio. Durante estas fiestas, quienes visiten la capital catalana podrán contemplar un espectáculo de luces de Navidad alucinante en las principales avenidas y barrios de la ciudad. También se han iluminado los edificios institucionales y los mercados, en la inversión más importante en luces de los últimos años. Si estás buscando planes para hacer esta Navidad en Barcelona, ya sea en familia, en pareja o con amigos, nada mejor que un tour en autobús para no perderse detalle del alumbrado navideño.

Cien kilómetros de luces de Navidad

La iluminación navideña adornará durante estas fiestas más de 100 kilómetros de calles y avenidas de la ciudad condal. Así como las fachadas de los 39 mercados municipales de Barcelona, fuentes y mobiliario urbano. 

La decoración incluye los tradicionales arcos de luces en calles como Pelai, Creu Corbeta y el Passeig de la Verneda. Se alternan con diferentes formas y motivos navideños. Se trata de bolas de colores, mariposas o arbolitos de Navidad que encantarán a los más pequeños de la casa y llenarán de magia las calles. Además, la Gran Vía destaca por un vistoso cartel con el nombre de Barcelona. La Plaza Catalunya contará por primera vez con luces de Navidad. También se volverá a encender Balmes y repiten por segundo año consecutivo Urquinaona y la Via Laietana. A las calles estratégicas y grandes avenidas se suman otros lugares como Trinitat Vella, Vía Trajana o la calle Binèfar. En total, según las cifras trasladadas por los responsables municipales, Barcelona ha invertido en este ornamento festivo1,7 millones de euros, un 65% más que el año pasado.

Horarios de encendido

La inauguración del encendido de las luces de Navidad en Barcelona 2020 tuvo lugar el pasado 26 de noviembre, con un espectáculo dirigido por Sol Picó en el barrio del Born. Miles de personas siguieron el momento por televisión, ante la imposibilidad de hacerlo de manera presencial por las restricciones de la pandemia, para evitar aglomeraciones. 

Hasta el 7 de enero, las luces se encenderán todos los días entre las 17.30 y la media noche, a excepción de las fechas más señaladas del calendario navideño. Así, el 24 de diciembre el alumbrado se prolongará hasta la una de la madrugada y los días 31 de diciembre y 5 de enero hasta las dos de la mañana. 

No habrá Cabalgata de Reyes ni tampoco Pesebre en la Plaza de Sant Jaume por las restricciones sanitarias. Sin embargo, además de las luces, también es posible visitar algunas ferias, como la de Santa Llúcia y la de la Sagrada Familia. Estos abrirán para facilitar las compras navideñas siguiendo las medidas de seguridad. 

¡Vive una navidad en Barcelona diferente, pero igual de increíble que siempre!

La capital de Aragón es una de las ciudades más interesantes para visitar en el Norte de España. Con su basílica del Pilar, su arquitectura mudéjar y su pasado romano, su tamaño es perfecto para pasar un fin de semana en Zaragoza. La gastronomía también es un atractivo indudable para el visitante, con el pollo al chilindrón, los huevos al salmorrejo o el ternasco de Aragón encabezando el ranking de platos deliciosos. A menos de tres horas por carretera desde Barcelona, esta es una de las excursiones más demandadas para realizar en grupo. Y nada mejor para disfrutar la experiencia completamente, que realizarlo en un autobús de turismo con una compañía de confianza. Si estás pensando en hacer una escapada a la capital maña, te contamos algunas de las visitas que puedes realizar y los recursos turísticos más populares para conocer.

Basílica de Nuestra Señora del Pilar

La Basílica de Nuestra Señora del Pilar es el monumento más visitado de España. El tamaño de su virgen, de solo 39 centímetros de altura, poco tiene que ver con el tamaño de su fama. Si tu visita coincide con los días 2, 12 y 20 del mes, podrás contemplarla sin manto. La Basílica, que también es Catedral, destaca por los artesonados mudéjares. Fue bombardeada en 1936, pero conserva todo su esplendor. No solo eso, es un lugar increíble para disfrutar de las vistas sobre el río Ebro, otro de los singulares atractivos de esta ciudad aragonesa. En la visita no puede faltar un pasaje en el ascensor panorámico de la Catedral. No apto para personas con vértigo.

Otra visita imprescindible en Zaragoza es el Palacio de la Aljafería. Se trata de uno de los monumentos árabes más importantes de España, junto a la Alhambra de Granada y la Mezquita de Córdoba. La capital maña también destaca por su pasado romano. Para facilitar su conocimiento a los visitantes, existe un itinerario conocido como Ruta de los museos de Caesaraugusta. Este recorrido está conformado por cuatro museos: Museo del Foro, Puerto Fluvial, Termas públicas y Teatro.

Paseo de Sagasta

El segundo día en Zaragoza lo puedes aprovechar para recorrer el Paseo de Sagasta, una de las zonas con más historia de la ciudad. Su origen se remonta al siglo XVIII y era uno de los paseos más populares de la sociedad de la época. Sin embargo, la avenida tal y como la conocemos en la actualidad no se empezó a perfilar hasta el año 1900, con el arquitecto municipal Ricardo Magadalena. 

Podemos iniciar la visita en la Plaza Paraíso para descubrir este agradable bulevar con gran valor arquitectónico, puesto que conserva en buen estado una veintena de edificios modernistas. Tras un recorrido de diez minutos nos encontraremos con el Parque de Pignatelli, el pulmón verde de la ciudad, que data de finales del siglo XIX. Las iglesias de San Fernando y San Antonio de Padua son también puntos de interés en este recorrido. En la actualidad el paseo dispone de un carril bici que conecta el Parque Pignatelli con el centro de la ciudad. Puede ser una alternativa interesante para disfrutar un fin de semana en Zaragoza.

Si lo que buscaban los monjes que construyeron el Santuari de la Mare de Déu del Mont allá por el siglo XIV era estar cerca del cielo, podríamos decir que lo han conseguido. Pocos lugares resultan tan reconfortantes a la vista y al espíritu como este monasterio, ubicado en la sierra del Mont, en la provincia de Gerona. Su mirador domina toda la llanura del Empordà, la Alta Garrotxa y la vertiente sur del Pirineo. No solo merece la pena conocerlo por sus paisajes, sino por la tranquilidad que emana el templo. Todo un remanso de paz en plena naturaleza. Sin duda, la suma de estos atractivos ha convertido este enclave en uno de los lugares santos más visitados de Cataluña. Si quieres saber cómo llegar, continúa leyendo.

Jacinto Verdaguer, el huésped más ilustre

Uno de los huéspedes más ilustres del Santuari de la Mare de Déu del Mont, Mossèn Jacint Verdaguer, comparó estas montañas con un camello que baja del Pirineo en dirección al mar. Encima de la joroba, estaría ubicada la ermita. Desde allí, en los días claros, se puede ver el Golfo de Rosas. Era la inspiración que necesitaba para terminar su poema más famoso, Canigó, publicado en el año 1886. Durante su estancia, el monje dejó escrito: “De los muchos santuarios de Cataluña y de fuera de ella que he visitado, nunca ninguno me había parecido tan bello como ahora mismo el de la Mare de Déu del Mont”.

En lo alto de la montaña

Para acceder a la cima en la que su ubica el templo hay que recorrer una carretera sinuosa de curvas durante unos diez kilómetros. Es muy estrecha, aunque está perfectamente asfaltada. El ascenso, lento, nos permite ir disfrutando del paisaje. Si estás pasando unos días de vacaciones en Cataluña, es una excursión muy recomendable. Desde Barcelona hay servicios de autobús que organizan visitas al santuario, con salida y regreso en el día, así te despreocupas del coche. También es una opción a tener en cuenta si no estamos acostumbrados o nos da miedo conducir por vías demasiado estrechas. Seguramente tendremos que maniobrar al cruzarnos con otro vehículo.

Recurso turístico y actividades

Remodelado en el año 2002, el santuario ha ido ganando puntos como recurso turístico. Dispone de distintos recursos, entre los que destaca una hospedería para aquellas personas que buscan desconectar del mundo unos días. El silencio y el recogimiento están asegurados. Cuenta con servicio de bar para las personas que están de paso. También con un restaurante para disfrutar con un poco más de tiempo de una comida tradicional y de temporada. Solo por las vistas del mirador merece la pena. El santuario y todo su entorno también se ha puesto muy de moda como destino de turismo rural o de naturaleza, para hacer senderismo o rutas en bicicleta. Existen rutas señalizadas desde localidades pintorescas de los alrededores como Beuda, un pueblo de origen románico que conserva varios castillos.

Es cierto que hablar de Figueres es hablar de Salvador Dalí, su reconocidísimo hijo predilecto. Pero no sólo de Dalí vive la pintoresca capital del Alt Empordá. Además del museo dedicado al genio catalán, esta bonita ciudad de tamaño medio, tiene mucho que ofrecer al visitante. Su origen se remonta a los visigodos y alberga numerosos vestigios históricos, además de recursos culturales y de ocio. Sus animadas calles, con tiendas y restaurantes para alargar los días de sol, y su crisol de culturas harán que pases una jornada inolvidable. Si quieres saber qué ver en Figueres, continúa leyendo.

Cómo llegar a Figueres

La localidad de Figueres está situada de camino a Francia, en el Noreste de Cataluña. Como recurso turístico, juega una doble baza. Puede servir de base para hacer turismo y recorrer el litoral catalán, pero también como destino de una excursión. Si estás de vacaciones en Barcelona y estás pensando cómo llegar a Figueres, lo mejor es despreocuparse del volante y disfrutar. Puedes coger un autobús con una empresa confiable que te llevará a Figueres y te traerá de regreso en el día. El trayecto dura aproximadamente dos horas.

Museo de Salvador Dalí

Una vez en Figueres, sí, tenemos que visitar el Museo de Salvador Dalí. El equipamiento juega un papel estratégico tanto en la difusión del legado del artista como en la proyección de la ciudad. Pero antes (o después de la visita) vamos a hacer muchas otras cosas. 

Un paseo por las calles del casco histórico y la Rambla nos ayudará a tomar perspectiva sobre la ciudad. Es de agradecer que los edificios estén catalogados con placas informativas, que nos detallan el valor arquitectónico o si nos encontramos ante un elemento de interés turístico. 

Entre los museos que podemos visitar en Figueres está el Museo del Juguete, que cuenta toda su historia con unos itinerarios divertidos y didácticos. Si vas con niños les encantará, pero también es interesante para adultos. Si queremos conocer un poco más sobre la historia local, debemos visitar el Museo de L’Empordà, con importantes muestras del legado histórico-artístico de la comarca. 

También es muy interesante visitar el castillo de Sant Ferran de Figueres, Bien Cultural de Interés Cultural y Monumento Histórico Artístico. Se trata de la fortaleza moderna más grande de Europa. Dispone de visitas guiadas que hay que reservar con antelación. Sobre el Museo Dalí debes saber que, además de repasar la vida y obra del artista, el edificio es una obra de arte en sí mismo, con panes adosados a los muros y vistosos huevos por almenas. Fue construido como teatro en el siglo XIX, inaugurado en 1974 y restaurado a partir de 1996. Antes de entrar al museo nos pararemos a contemplar la Torre Galatea, dedicada a su amada Gala, una joven rusa de la que Dalí quedó prendado. Esta fue la última residencia del artista. El propio Dalí diseñó los detalles del museo, para asegurar al visitante una completa inmersión en su obra. Los restos mortales de Salvador Dalí descansan aquí, en una cripta bajo una gran cúpula geodésica.

El año 2021 es una fecha importante en el calendario turístico. Se celebra el Año Xacobeo, que sucede cada vez que el 25 de julio, festividad de Santiago, cae en domingo. La última efeméride fue en 2010. Según los datos oficiales de la Oficina de Atención al Peregrino, cerca de 350.000 personas recorren al año los distintos itinerarios que llevan a la ciudad compostelana. Se espera que en 2021 la cifra se multiplique. Las distintas administraciones y entidades encargadas de la promoción del Camino están volcadas en la preparación de actividades en torno a esta conmemoración. Si estás pensando en recorrer la Ruta Camino de Santiago y no sabes cómo llegar a su inicio, te damos algunos consejos.

El Camino como recurso turístico

La peregrinación a Compostela tiene más de mil años de historia y se remonta al descubrimiento de la tumba del Apóstol Santiago en la ciudad gallega, durante el reinado de Alfonso II. En la actualidad, el Camino se ha convertido en todo un recurso turístico y atrae visitantes de todo el mundo. A su paso proliferan los albergues, restaurantes, porteadores y toda una suerte de recursos al servicio del peregrino.

Todos los caminos llevan a Santiago

Existen diez rutas reconocidas de manera oficial como itinerarios válidos para llegar a Santiago. La de más tradición es el Camino Francés, la ruta jacobea con mayor tradición histórica y reconocimiento internacional. En los últimos años se han puesto de moda otras alternativas, como el Camino Primitivo, el primer itinerario jacobeo de la historia, que parte de Oviedo. El Camino Norte o el Camino Aragonés, desde Irún, son también muy transitados. A la hora de decantarnos por uno u otro debemos tener en cuenta el tiempo del que disponemos. Con pocos días, mejor elegir una ruta corta. En cambio, con un periodo vacacional más amplio, podremos planificar itinerarios más largos. 

Muchas personas también optan por no hacer el camino del tirón, sino por etapas y en grupo. Cada vez que disponen de tiempo libre, contratan un transporte que los lleva al inicio del recorrido y les recoge al finalizar. En verano aprovechan las vacaciones para completar las etapas que les faltan. En definitiva, hay tantos caminos y formas de recorrerlo como tipos de personas y circunstancias.

Cómo llegar al Camino

Una vez decidida la Ruta Camino de Santiago que vamos a realizar necesitamos un medio de transporte que nos lleve al inicio. Si viajamos en grupo, alquilar un autobús desde nuestra ciudad será la mejor opción. Nos esperan largos días de caminatas y es importante llegar descansados, sin transbordos ni esperas. 

Otro consejo es que lleves solo lo imprescindible, tu espalda lo agradecerá. Aunque a lo largo del Camino encontrarás servicios de porteo, que recogen tu equipaje al inicio de la etapa y te lo llevan al albergue en el que vayas a pernoctar. Para el alojamiento, como se espera aluvión de peregrinos por el Xacobeo, es mejor que reserves. La mejor época para hacer el Camino de Santiago es a partir de Semana Santa, cuando mejora el tiempo. Solo nos queda desearte ¡buen camino!

Sitges es uno de los principales destinos turísticos de la costa catalana. Con numerosas plazas hoteleras y una inmensa playa de cuatro kilómetros. Cualquier época del año es ideal para visitar esta localidad catalana, situada al Sur de Barcelona. Edificios de estilo modernista se entremezclan con el antiguo barrio blanco de pescadores en una estampa inolvidable. En temporada baja el pueblo suele ser frecuentado por turistas senior. Ellos aprovechan las temperaturas suaves de la primavera y el otoño para disfrutar de una estancia más relajada. En verano, Sitges se llena de turistas en busca de sol y playa. Además, destaca como uno de los principales destinos de turismo gay de Europa. Si estás planeando una escapada, te contamos qué ver en Sitges.

Mejores restaurantes de Sitges

Si hay algo que destaca en Sitges es su paseo marítimo, en línea recta con la playa, es ideal para recorrer entre palmeras, mirando al mar. Llaman la atención sus cuidados jardines, y las vistas al Mediterráneo desde la iglesia son impresionantes. La iglesia de Sant Bartomeu y Santa Tecla es anterior al siglo XIV y alberga una de las mejores colecciones de arte sacro del país. Lo mejor es dejarse llevar y sumergirse de lleno en el ambiente alegre de este paseo, donde también están ubicados algunos de los mejores restaurantes de Sitges, para tomarse una caña o degustar unas tapas. El paseo dispone de conexión wifi y aseos. 

La localidad destaca también por su tradición cultural. Famoso es el Festival Internacional de Cine de Sitges, uno de los más importantes de España junto al de San Sebastián. Se celebra en octubre y durante esos días el pueblo se vuelve de lo más glamouroso, con la visita de celebrities y personajes del mundo del cine. 

Sitges cuenta además con varios museos. Por ejemplo, los amantes del arte contemporáneo encontrarán en la Fundación Stämpfli una de las colecciones más relevantes de Catalunya. La localidad tiene además una larga tradición vinícola. La variedad de uva típica de la zona es la malvasía. Existe un centro de interpretación para conocer todos los secretos de este vino dulce autóctono. No puede faltar una visita al puerto de Aiguardolç, paraíso del arte urbano. Si no sabes qué ver en Sitges, asómate aquí cualquier noche de verano. Hay decenas de actividades al aire libre, como los conciertos de medianoche.

El carnaval

Es el acontecimiento del año. El carnaval de Sitges con más de 100 años de historia, es uno de los más representativos de España. Podrás encontrar agrupaciones locales con increíbles disfraces donde las plumas y lentejuelas son las protagonistas. Tú también podrás disfrazarte y ser parte de la diversión que caracteriza este evento. Durante la semana que dura el carnaval, podrás participar en diferentes actividades como conciertos, concursos o fuegos artificiales. Además, no podemos olvidar los bailes tradicionales y xatonades que aún continúan celebrándose.

 ¿A qué estás esperando para viajar a Sitges? Si estás en Barcelona y no sabes cómo llegar, contacta con profesionales del transporte por carreteras para realizar tu viaje con todas las garantías de confort y seguridad.