Existe un valle escondido en el corazón del Pirineo al que solo se puede llegar a pie, o a bordo de un tren especial que atraviesa las montañas. Suena bien, ¿verdad? Hablamos del Vall de Núria, uno de esos lugares que se deberían visitar, sí o sí, al menos una vez en la vida. Aunque parezca muy lejano, es perfectamente accesible desde ciudades como Barcelona, con un trayecto de 130 kilómetros hasta las localidades de Queralbs o Ribes de Freser, en Girona. Desde estos lugares, parte el tren cremallera que da acceso al valle. Se puede contratar una excursión desde Barcelona para hacer en el día, o bien alojarse en alguno de los establecimientos de turismo rural de la zona. Los paisajes son soberbios, la naturaleza en estado salvaje. La única parte mala es que hay que regresar.

¿Qué ver en Vall de Núria?

Este valle pintoresco se encuentra en las montañas de Girona, en plena naturaleza pirenaica. Es un sitio perfecto para desconectar y también para hacer senderismo, actividades de montaña, deportes de invierno, o conocer la historia. Por ejemplo, el lugar da nombre a todas las Nurias del mundo. En estas montañas está el origen de este nombre propio femenino. Incluso, hay un santuario dedicado a la virgen de Núria, patrona del Pirineo. Tiene una leyenda muy curiosa vinculada a los pastores de la zona, que se remonta al siglo VIII. Otros atractivos turísticos son un lago y la estación de esquí del Vall de Núria. Además, de este enclave parten muchísimos itinerarios para practicar actividades de montaña propias del invierno. No te quedes sin probar una de las experiencias estrella en cada temporada, una excursión en raquetas de tenis por las montañas nevadas.

Cremallera de Núria

El Vall de Núria, un rincón escondido en el corazón del Pirineo

El acceso al valle solamente se puede realizar de dos formas, a pie o en la cremallera de Núria. Un tren especial que une los pueblos más cercanos con el valle. La ruta a pie es una buena caminata de unas cuatro horas de duración, pero el esfuerzo compensa por lo increíble del paisaje. Desde Queralbs se puede optar por subir a Vall de Núria por el Camí Vell o por Fontalba. La otra opción es el tren cremallera, un recorrido de 12,5 kilómetros para salvar un desnivel de más de 1.000 metros. El trayecto fue inaugurado en 1931 y ha vivido diferentes ampliaciones. Junto a la de Montserrat, son las dos únicas líneas ferroviarias de tren cremallera que operan en España en la actualidad. El precio para el viaje de ida y vuelta es de 25,50 euros para los adultos y 16 euros por un solo trayecto. Hay precios especiales para niños y personas mayores de 65 años. También existe la posibilidad de realizar una excursión mixta, subir a pie y regresar en el tren cremallera. Las opciones son múltiples y todas con el mismo resultado, disfrutar de una jornada inolvidable en uno de los paisajes de invierno más asombrosos que existen.