Calles empedradas, flores colgando de los balcones y un torreón elevado desde el que apreciar el poder de la naturaleza que rodea el pueblo. Si estás buscando algo así para realizar una escapada y vivir una experiencia en el medio rural estás de suerte. Catalunya conserva algunos de los pueblos medievales más bonitos de la península. Perdidos en la montaña o en un balcón con vistas al mar, la primavera es la estación del año perfecta para descubrir lugares con encanto. En este artículo te contamos cuáles son los pueblos medievales en Catalunya que no te puedes perder.
El secreto mejor guardado
El secreto de los pueblos medievales más bonitos de Catalunya está en la conservación, haber sabido mantenerse a lo largo de los años, sin que apenas se note el paso del tiempo. En la arquitectura, mimando cada piedra que sustenta un edificio, pero también en la naturaleza, cuidando árboles centenarios y dejando espacio a la vegetación tradicional. Son lugares en los que parece que se ha detenido el tiempo y se han quedado congelados en otra época.
Sin embargo, han sabido adaptarse. La mayoría están preparados para el turismo y se han preocupado en difundir su historia, su forma de vida y costumbres milenarias. Cuentan con equipamientos como museos o centros de interpretación, además de alojamientos rurales en los que descansar o restaurantes donde se puede degustar lo mejor de la gastronomía de la zona. La práctica de deportes de naturaleza, así como el senderismo, son el complemento perfecto para una experiencia inolvidable.
Los pueblos medievales en Catalunya con más encanto
Seguro que has escuchado sus sonoros nombres alguna vez: Beget, Rupit, Besalú, Begur, Tossa, Peratallada, Monells… En la comarca de Osona (Barcelona), nos encontramos las maravillas de Tavertet, Rupit y Pruit, pueblos medievales de visita obligada que impactan no sólo por su arquitectura, sino por su pintoresco entorno. Podemos pasear por un puente colgante, asomarnos a un mirador sobre un risco o visitar uno de los saltos de agua más alucinantes de Catalunya.
Beget, en la comarca de la Alta Garrocha (Girona) figura en todas las guías como uno de los pueblos catalanes con más encanto, salpicado de puentes románicos y calles empedradas que lo hacen único. Muy cerca, a 40 kilómetros, se encuentra Besalú, cruce de caminos desde la época medieval, con numerosos vestigios, como el puente de acceso a la localidad o el barrio judío. También en Girona, Peratallada fue declarado Conjunto Histórico-Artístico por ser uno de los pueblos medievales mejor cuidados y más importantes de Catalunya. Mucho más pequeñito, Monells fue escenario de la película “Ocho apellidos catalanes”.
Entre los pueblos medievales de costa destacan Begur y el pueblo amurallado de Tossa de Mar. En ambas poblaciones las calas se entremezclan con una arquitectura medieval que los convierten en hermosos lugares de postal en los que querrás quedarte para siempre.Dejamos para el final una recomendación especial: Catellfollit de Roca, un pueblo medieval que parece sacado de una saga épica. Se alza sobre un espectacular risco de cincuenta metros de altura a lo largo de un kilómetro y resulta difícil encontrar algo que se le pueda comparar. Ahora que ya tienes algunas ideas, sólo te falta contactar con una empresa de autobuses de confianza para procurarte un viaje cómodo y seguro sin tener que preocuparte por el cómo llegar.
